Relaciones de competencia en el Ecosistema En un ecosistema hay diversas poblaciones y cada una de ellas con distintas necesidades ambientales. La interacción entre las necesidades de una especie con las del resto de su comunidad origina competencia entre ellas. La competencia es siempre negativa para las especies implicadas, porque lo que un organismo consume podría haber estado disponible para el otro (alimento, territorio, cobijo,..). Como consecuencia, crecerán más lentamente, dejarán menos descendientes o incluso morirán. Para comprender mejor esta idea, podemos asociar las necesidades ambientales de una especie con la función que desarrolla en el ecosistema (y
que está muy relacionada con sus necesidades alimenticias: por ejemplo, comedor de hojas, de árboles, comedor de raíces e insectos del suelo, superdepredador, etc.). Al igual que entre los humanos la competencia entre dos profesionales del mismo ramo perjudica a ambos, en un ecosistema dos especies distitas no pueden competir por idénticos recursos. El papel que una determinada población realiza en el ecosistema se denomina nicho ecológico. El concepto de nicho ecológico incluye el hábitat de esa especie, es decir, las condiciones de luz, humedad, temperatura, etc. que necesita. Podemos hacer la siguiente comparación: si el nicho ecológico representa la función de esa especie en el ecosistema, su profesión o ”cómo se gana la vida”, el hábitat es su ”dirección postal”. Se ha demostrado mediante experimentos de laboratorio comprobados posteriormente en la Naturaleza, que cuando dos especies son competidoras totales no pueden coexistir en el mismo ecosistema. Si lo hiciera, la especie que tuviera un medio de defensa algo más eficaz o un comportamiento más agresivo, aprovecharía estas ventajas para eliminar a la otra. La evolución nos proporciona numerosos ejemplos: los mamíferos placentarios compitieron y desplazaron a los mamíferos marsupiales de sus nichos ecológicos, porque son algo más listos y tienen más éxito reproductivo. Actualmente existen escasas especies marsupiales. Esta idea hay que tenerla muy en cuenta cuando se pretende introducir una especie extraña en un ecosistema. Si existe un nicho ecológico vacante, la nueva especie la ocupa y la comunidad se enriquece. Pero si el invasor compite seriamente con un especie autóctona, puede provocar la extinción de ésta, como es el caso del cangrejo de las marismas del Guadalquivir, que está siendo desplazado por el cangrejo americano. Para evitar la competencia y explotar completamente los recursos del ecosistema, las especies diversifican el nicho ecológico. El ciervo y el gamo de los bosques mediterráneos, a pesar de ser herbívoros, pueden vivir juntos, porque el gamo pasta y el ciervo se alimenta de las hojas de los árboles. La diversificación se consigue con las siguientes estrategias: - Con diferentes necesidades nutritivas - Con diferentes necesidades de soporte y cobijo. -Viviendo o alimentándose a diferentes alturas. - Con distintos hábitos: diurnos/nocturnos - Espaciando las épocas de cría a lo largo del año - Migrando.